A lo largo de la historia, el ingenio, la lucha, la creatividad y la humanidad de la mujer siempre han estado presentes, por este motivo, desde el archivo queremos dar a conocer, en un día como hoy, a Anna Heylan (1615-1655), mujer nacida en el seno de una familia de grabadores, cuya vida estuvo ligada a las planchas de cobre y a los buriles del taller familiar.
Su obra, compuesta por numerosas estampas de carácter devocional, por iconografías de estilo mariano y por portadas entre las que destaca la de la Historia Eclesiástica de Granada, de Bermúdez de Pedraza, reflejan la corrección y la regularidad técnica adquirida en el empleo del buril. La técnica del grabado permitió obtener imágenes únicas realizadas con procedimientos artesanales y, por primera vez en la historia, obtener copias idénticas de una misma imagen.
Dentro del patrimonio documental de los siglos XVII y XVIII de la Universidad de Granada, custodiado en el archivo, se encuentran las conclusiones con las que los alumnos obtenían los grados académicos. En uno de estos documentos encontramos un grabado del Arcángel San Miguel realizado por Anna Heylan.
Queremos con este recordatorio homenajear a todas las mujeres que silenciosamente han construido la historia.
